Me lo cuenta todo. Después del desayuno ha estado despachando asuntos con el notario; cuestiones de herencias y testamentos. El almuerzo, en el club, con la marquesa de Torrevista.
No ha cenado en casa. Ha tenido un encuentro literario y luego ha tomado canapés en casa de una amiga extranjera.
Batines tiene para escoger; pero esta noche se inclina por el de siempre, el de seda adamascada color granate. Me ha pedido que le sirva un brandy de Jerez, solera 1880, en copa grande. Y una tableta de chocolate inglés. Sibarita en todo, hasta en la más mínima estupidez.
Sentado frente al tablero de ajedrez abre la caja de cuero repujado en la que conserva la colección de estilográficas, las contempla pausadamente y escoge la Waterman que le regaló el banquero Medel. Esta noche está caprichoso: Incluso ha seleccionado el tipo de gafas de leer optando por el modelo clásico marrón con cordón colgante al cuello. Suspira hondo y escribe:
Señora Baronesa:
Me tienen confundido. Nada, el cochero y todos el personal de servicio tratan de convencerme de que usted no es la Baronesa de los Sueños Imposibles. Antes decían que usted era una cupletista de tronío;”La Cordobesita” ¡Tonterías!
Ahora se empeñan en convencerme de que es usted una experimentada escritora... aunque puede que algo de cierto haya en ello, si no. ¿ A qué ha venido su inesperada presencia en la reunión literaria de esta tarde? Pero aún así me asalta la duda ¿Qué utilidad tiene esa sugerente y sensual fotografía, en la que aparece usted posando en toda su esplendorosa belleza, que no sea la de promover su talento artístico? Nada la ha sacado de no se donde para sustituir el cuadro de Romero Torres ¡Bien hecho! Ella conoce mis preferencias y mis gustos. Sea lo que sea, es indiscutible que en usted hay auténtica madera de artista.
No voy a molestar más ni al cochero ni al mozo: Esta misiva nunca llegará a sus manos, ni ninguna otra. Me duele la indiferencia que muestra usted ante mi sentida poesía. La paradoja está en que siempre y eternamente, le estaré agradecido.
Gracias a usted siento sensaciones que me retrotraen a mi época de adolescencia. Resulta divertido, y excitante a la vez, sentirme azorado ante su presencia. Como diría mi señora madre doña Ana Magdalena Álvarez de Toledo “ hijo, te han dado la vuelta como a un calcetín” Y es verdad ¿Dónde están mi seguridad, mi saber estar y mi don gentes?
Esta tarde ha querido la casualidad que me sentara frente a usted. Estaba inseguro, nervioso, rehuyendo su mirada indiferente y lejana. Pero todas estas circunstancias resultan hermosas; son un regalo a estas alturas de mi vida, una bonita experiencia. Me siento afortunado. No hay frustración, ni desencanto en éste melancólico estado contemplativo.
Ya le dije que nunca me había sentido inclinado a escribir. Comencé a hacerlo como excusa para acercarme a usted. El destino y la firmeza en el propósito, han propiciado que se cumpla mi objetivo: He logrado que nos tratemos. Podemos conversar tal y como yo lo esperaba. Por el momento resultaría temerario pedir más; sería tentar a la suerte y quiero que ella sigua acompañándome como siempre lo ha hecho.
No digo más. En este momento estoy contemplando la perfecta geometría del tablero y me imagino a la hipotética oponente. Ya he movido ficha y he planteado la jugada, ahora le tocaría a usted.
Suyo eternamente.
El marqués de la Bellasombra.
Se ha dormido escuchando “Almoraima” en la guitarra de Paco de Lucia. Sólo le ha robado una hora a la madrugada y ha sido capaz de encontrar la idea, la estructura y la forma. Pura técnica. Recursos. El resto son tonterías de principiante o puede que originalidad e ingenio.
Ha dejado el escrito a la vista, intencionadamente, para que yo lo lea.
Me pregunto quién será esa señora. Quiero conocerla y hablar con ella. Quiero hacerle sólo una pregunta ¿Debo desmontar el tablero y recoger las fichas de una partida que ni siquiera llegó a comenzar o existe la posibilidad de iniciar el juego?
La verdad es que creo que nunca existió mujer capaz de enajenar a poeta tan orgulloso. Para mi tranquilidad y para sosiego de él, sería necesaria una respuesta.
NADA
No le veo posibilidades a la carta ni a la supuesta seducción de la dama algo ajada pero quien tubo...ya se sabe. A esa partida le veo jaque mate antes de emepezar. Sin embargo veamos esa respuesta si existe.
ResponderEliminarMuy buenas maneras para llevarnos a ese encuentro a través de tus excelentes letras,
buenas artes las tuyas, buenos días, Nada, y bsito cariñoso.
PARA NATALIA
ResponderEliminarEstoy mirando el retrato de la dama que preside el salón y te aseguro que ni es tan mayor ni está tan ajada; otra cosa es que el retrato sea realmente el de ella. ¡Ya tiene respuesta y es una auténtica sorpresa!
Gracias por tu seguimiento.
Besos desde los dos mares.
NADA
JOSE IGNACIO
ResponderEliminar¿Por qué eres tan categórico? ¿Qué te hace afirmar que la partida no tendrá continuidad?
Gracias por tu seguimiento.
Un abrazo desde la incertidumbre.
NADA
Buscaré,como me decías en mi blog, y cuando encuentre al tipo ese del batín te diré si efectivamente se parece a mi.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
César