LOS GENIOS, NO SON NADA

Los que brillan con luz propia son escasos y no suelen destacar en NADA. Almas independientes y rebeldes difíciles de encorsetar: Genios del saber vivir y del saber como no sufrir, o como sufrir lo menos posible. Ególatras en potencia, egocéntricos camuflados. Hipócritas redomados. Casi siempre encantadores. Después de ellos no hay mucho más que escoger, aunque sea lo que mas abunda. Es decir: el “dignísimo término medio”

La comunidad científica ha cometido el error de querer encontrar la genialidad en las alforjas de la erudición universitaria. Enarbolando la bandera del saber y del positivismo, ignora y desprecia la ciencia infusa, la intuición y el talento, que es innato. Lo miden todo y tratan de aplicar el método científico a todo. Miden la inteligencia del ser humano y además, se lo creen.

Los grandes pensadores, los que marcan el rumbo de la humanidad, no poseen títulos de nada; si acaso: honoríficos. Desde el principio de la historia existe el corporativismo: Las castas, los gremios, y el deseo de la púrpura y la beca. Pero los genios obtienen reconocimiento por su escasos conocimientos y por su mucha sabiduría. No les hace falta NADA más.

NADA

LA SINTESIS

Somos casi sintéticos. El progreso es la síntesis de los remedios utilizados por los alquimistas y médicos del renacimiento. Ella comenzó imitando a la naturaleza, a las hierbas, a los minerales y a las fibras naturales.

En literatura, ahoga la creatividad. En aras de la brevedad se escriben cuentos demasiado cortos. Los Haiku japoneses imperan. Así como la afición a los micro relatos. Inventar una frase ingeniosa es más fácil que escribir una novela.

La comida rápida acabó con los almuerzos decadentes seguidos de charla y café en la sobremesa; que sólo han quedado relegados para esporádicos encuentros en casas rurales recicladas, que se alquilan los fines de semanas y los puentes.

Los libros van a dejar de oler a papel. Ya se leen en una pequeña pantalla digitalizada. La literatura poco a poco, se está disolviendo en la NADA. Y eso me fuerza a ser breve y superficial.
De todos modos... hay pocas cosas que contar.

NADA

NO ASPIRO A SER OTRA COSA.

Estoy en el sublime proceso de "desaprender" para llegar a ser NADA. Pura Ontología, o metafísica, como se quiera llamar. Ser uno con el TODO. Escribir desde el no saber y no querer comprender lo que se expresa. La búsqueda del cero infinito de la NADA. La verdad y la mentira juntas como hermanas siamesas. Decir por decir. Dejarse llevar por la nada como un trocito de corcho en el océano...NADA. Perder el tiempo escribiendo y hace perder el tiempo a quien lo lee. Sin mensaje que ofrecer.