martes, 29 de diciembre de 2009

LOS GENIOS, NO SON NADA


Los que brillan con luz propia son escasos y no suelen destacar en NADA. Almas independientes y rebeldes difíciles de encorsetar: Genios del saber vivir y del saber como no sufrir, o como sufrir lo menos posible. Ególatras en potencia, egocéntricos camuflados. Hipócritas redomados. Casi siempre encantadores. Después de ellos no hay mucho más que escoger, aunque sea lo que mas abunda. Es decir: el “dignísimo término medio”

La comunidad científica ha cometido el error de querer encontrar la genialidad en las alforjas de la erudición universitaria. Enarbolando la bandera del saber y del positivismo, ignora y desprecia la ciencia infusa, la intuición y el talento, que es innato. Lo miden todo y tratan de aplicar el método científico a todo. Miden la inteligencia del ser humano y además, se lo creen.

Los grandes pensadores, los que marcan el rumbo de la humanidad, no poseen títulos de nada; si acaso: honoríficos. Desde el principio de la historia existe el corporativismo: Las castas, los gremios, y el deseo de la púrpura y la beca. Pero los genios obtienen reconocimiento por su escasos conocimientos y por su mucha sabiduría. No les hace falta NADA más.


NADA

4 comentarios:

  1. Incluso el genio de la lámpara, se esfuma y....NADA. Hasta pronto

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  2. Muy buena reflexión.

    Decía Dalí que un genio es un loco que ha triunfado. El triunfo, opino, es subjetivo; aunque el reconocimiento social es importante (somos “animales políticos”). Y digo que el triunfo es subjetivo, porque la palabra se presta a la interpretación particular que cada cual quiera hacer de ella. Para unos, triunfar puede ser aparecer en los periódicos por haber batido el record de ventas con su último libro. Para otros, el triunfo puede estar en haber encontrado esa postura adaptativa que le hace sobrevivir y disfrutar de todo sin más.
    Hasta Dios, que es Todopoderoso y eterno, ha necesitado enviar a la Tierra un sin fin de copias de sí mismo para reconocerse, tanto en lo bueno como en lo malo. Y es que, queramos o no, por sí mismos no somos NADIE. Quiero decir, que en nuestra relación con los demás es donde aprendemos a conocernos. Los “medidores”, aunque se pueda prescindir de ellos, nos ayudan a la hora de reconocer lo bueno y lo malo. ¿Cómo voy a apreciar el agua cristalina si no conozco el fango?...
    Ser ególatra, egoísta, hipócritas… tiene mucho que ver con esos medidores que tú dices que sobran. Estos adjetivos no existirían si al otro lado de la balanza no encuentras lo contrario.
    Con respecto a los universitarios, licenciados, letrados… y demás, te diré que la formación es importante, sobre todo para aprender a ser libres. Por lo demás, si no se utiliza con ese fin, podemos afirmar eso de que “un especialista es el que cada vez sabe más de menos cosas”.
    De todas formas, como dice la frase: Lo importante no es lo que los demás piensen de ti, sino lo que tú piensas de ti mismo”.

    Un abrazo sin medida.

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  3. buen0, NADA, me he dad0 cuenta de casualidad de que querias participar...es decir, me pase p0r el bl0g de sabad0s literari0s y te vi...
    gracias p0r participar...
    cuand0 l0 tengas te pasas p0r mi bl0g y me dejas el link c0rresp0ndiente. te l0 agradeceria...
    salud0s.

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  4. Gracias a Jose Ignacio, Mercedes y Gustavo
    !Que sorpresa¡ De no ser NADA podría incluso convertirme,al menos, en algo gracias a vuestros certeros comentarios.
    FALIZ AÑO 2010.

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